Aquel día nos juntamos Javi, Maki, Tatín y Manu para ir a escalar una vía del mítico Naranco de Bulnes (en Picos de Europa).
Llegamos un viernes por la noche a Sotres, donde montamos la tienda y preparamos una cenita digna de la ocasión.
A la mañana siguiente y con un día caluroso empezamos el ascenso hacia el Urriellu, suave al principio, hasta la base del Naranco, y de mucha más pendiente hasta la vía que habíamos decidido escalar.
Nos costó encontrar la vía, pero una vez localizada fue todo muy simple debido a la facilidad de esta, circunstancia que permitió que en algunos tramos subiéramos escasos de seguros. Durante la ascensión coincidimos con otros dos grupos que al igual que nosotros habían elegido esa vía de escasa dificultad.
Una vez en la cumbre, almorzamos y sacamos unos cuantas fotitos de recuerdo.
En los ráppeles de bajada encontramos bastante gente, pero como la equipación es muy buena y abundante no tardamos en descender hasta la base y poder emprender el camino de vuelta al coche.
Llegamos un viernes por la noche a Sotres, donde montamos la tienda y preparamos una cenita digna de la ocasión.
A la mañana siguiente y con un día caluroso empezamos el ascenso hacia el Urriellu, suave al principio, hasta la base del Naranco, y de mucha más pendiente hasta la vía que habíamos decidido escalar.
Nos costó encontrar la vía, pero una vez localizada fue todo muy simple debido a la facilidad de esta, circunstancia que permitió que en algunos tramos subiéramos escasos de seguros. Durante la ascensión coincidimos con otros dos grupos que al igual que nosotros habían elegido esa vía de escasa dificultad.
Una vez en la cumbre, almorzamos y sacamos unos cuantas fotitos de recuerdo.
En los ráppeles de bajada encontramos bastante gente, pero como la equipación es muy buena y abundante no tardamos en descender hasta la base y poder emprender el camino de vuelta al coche.